Nací de un sueño

Naci de un sueño, antes ni siquiera existía…

¿Quién sabe qué clase de fantasías debía tener entonces cuando no había límites para mi imaginación?

Aprendí deformando la realidad según mis circunstancias, cree mi propia visión del mundo, poco a poco fui alejándome de lo abstracto y adquiriendo consciencia de mi mismo. Hasta que me volví prisionero de la realidad en la que vivía.

¿Era aquello inevitable? ¿No podía seguir siendo aquel niño que pasaba horas balanceando una pinza de tender creando vida mediante mi fantasía?

Con el tiempo he ido perdiendo ese talento que siempre he creído que poseo. Antes me bastaba ver una lagartija para convertir mi casa en un castillo y una rama en una espada. Ahora apenas con esfuerzo ya me cuesta imaginar. La vida me ha llevado tristemente a tener otra clase de sueños, otros que me permitan tener un futuro en esta realidad, otros que me permitan adaptar-me.

Sin embargo, todo y haberlo intentado miles de veces no puedo escapar de ello. Aunque cambiaré de opinión cien veces al día y dudaré de mi mismo otras cien, en el fondo sé, que existen fantasías que son capaces de coexistir con lo real. No, no quiero ser un brujo, ni un caballero, solo quiero esforzarme para ser la mejor versión posible de mi mismo. Mi meta es convertirme en la persona que quiero ser y vivir mi propia aventura. Imaginar es lo único que llevo haciendo toda la vida. Darle vida a mis fantasías a través del arte me apasiona…

… Nací de un sueño. Ahora es mi turno de creer, es mi turno de crear uno